La situación ambiental imperante hoy día a causa de la contaminación ambiental ocasionada por diferentes factores generó cambios de hábito, consumo y modelos de negocio. La agricultura tradicional, con las excesivas labores agrícolas también han influido en el deterioro ambiental. Conozca la realidad de la agricultura ecológica y su origen.
Origen y renacimiento de la agricultura ecológica
La agricultura ecológica no es un proceso innovador. Tiene larga trayectoria histórica, marcada por dos hechos específicos. En 1924, con el acto fundacional dirigido por Rudolf Steiner, fundador de la antroposofía, sobre la agricultura biodinámica. Luego, a principios del siglo XX cuando Albert y Gabrielle Howard inician trabajos agronómicos en la India.
Este último, con el objetivo de modernizar la agricultura en la India, considerando sus trabajos realizados en el área del compostaje. Sin embargo, no hubo a aceptación esperada por Howard de parte de los agricultores.
Tampoco se tiene mucho éxito en Inglaterra con la organic farming contra la agricultura industrial. Y, por otra parte, la sociedad Soil Association estuvo a punto de desaparecer. Así los dos intentos de implantar la agricultura ecológica fracasaron en manos de los mejores especialistas agrícolas de la época.
Pero según diferentes investigaciones, hay tres sucesos que lograron que la agricultura ecológica renaciera. En primer lugar, su conexión con la ecología y la necesidad de mejorar el ambiente. Valor otorgado por la bióloga Rachel Carson luego de los estudios de contaminación a causa de la agricultura industrial, realizados por Murray Bookchin.
Asimismo, sirvieron de apoyo para apoyar esta teoría, los estudios del agrónomo William Albrecht sobre el suelo y la alimentación.
El segundo acontecimiento de importancia que hicieron volver la agricultura ecológica es la alta demanda de productos ecológicos de parte del consumidor urbano. Generada esta demanda por inquietudes sobre la contaminación ambiental y la salud del cuerpo humano.
El tercer suceso de interés es el gran despliegue a nivel mundial de la producción de cultivos ecológicos. En este sentido, se creó la sociedad Internacional Federation of Organic Agricultural Movement (IFOAM) en 1972 en París. Con el objetivo fijado en ganar presencia tanto en Australia como en Asia.
Las vías para lograr este objetivo son, a través de los congresos que se celebran a nivel mundial, y de las ferias anuales de Biofach. Donde se presentan y analizan diferentes estudios científicos que aprueban el desarrollo de la agricultura ecológica. Y donde se facilita información y diferentes contactos en todo el mundo, para conocer más del proceso.
La Unión Europea reglamenta la agricultura ecológica
A medida que es más relevante la agricultura ecológica, se hace necesario definir reglas para desarrollar el proceso bajo las normas de la Unión Europea. Su crecimiento es muy acelerado y debe generar confianza en el consumidor. En este sentido, el reglamento 2018/848, establece una normativa para desarrollar productos ecológicos.
Las reglas establecidas, a su vez, están acompañadas de organismos de inspección que se encargan de vigilar la calidad de los productos. Y además otorgan el sello para que sea posible identificar sin ninguna duda en el mercado, cuáles son los productos ecológicos.
Con esta normativa se garantiza que la población consumirá alimentos sanos y nutritivos, producidos con las características propias para una alimentación saludable.
Cabe destacar que la agricultura ecológica es sostenible y asegura un alto nivel de biodiversidad. Propicia además la preservación de los recursos naturales, el bienestar de la fauna y fomenta un mejor desarrollo rural.
Por tal razón, en Europa la política agraria está enfocada en aumentar su desarrollo para el 2030, en un 25%. Sin embargo, no es una tarea sencilla, pues la agricultura ecológica y sostenible implica reducir al máximo el uso de fertilizantes y pesticidas sintéticos. Conlleva además a eliminar el monocultivo, hacer rotación de cultivos.
Son muchos cambios en el proceso de producción que el agricultor debe entender y asimilar. Pues es necesario aumentar la biodiversidad y proveerse de estiércol y compost para sustituir en fertilizante. Además, que las aplicaciones de estos productos naturales, aumentan en una gran proporción y el manejo es más complicado que el de los fertilizantes.
Pero de no realizar estas prácticas, no será posible mantener la fertilidad del suelo y la producción disminuirá. Sin embargo es una gran oportunidad para cambiar tanto la agricultura como la ganadería industrial hacia procesos más ecológicos.