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Cuando en el mundo el calentamiento global sigue en ascenso, también el calentamiento en España marca cifras récords. Es una realidad inocultable que la tierra sufre las consecuencias de los gases con efecto invernadero. Las temperaturas siguen subiendo y los síntomas del calentamiento global, se sienten en todo el mundo.

Febrero caluroso y seco

Según el informe de la Agencia Estatal de Meteorología, el mes de febrero 2020 en España, la temperatura media fue 3 grados superior al valor normal. De igual manera es un hecho que la década 2010-2019 ha sido la más calurosa. Es así como durante el mes de febrero, se registraron temperaturas de 17,5°C, la más alta desde que se inicia la serie en 1965.

La AEMET destaca que los valores de las temperaturas máximas que se han registrado en febrero son alrededor de 4 grados por encima de lo normal. Estos valores según la Agencia, superan en 0,5 grados al valor registrado en febrero de 1990. El cual había sido el más alto de la serie.

Así, el pasado mes de febrero, fue muy cálido o extremadamente cálido en prácticamente todo el territorio peninsular español, como es el caso de Canarias. Valores de temperatura respaldados por los registros en 35 de los observatorios principales. Por otro lado las temperaturas máximas diarias se situaron en promedio 3,9 grados por encima del valor normal, según los registros de 31 de sus observatorios principales.

Mientras que las temperaturas mínimas diarias fueron 2,1 grados superiores a las normales. Esto de acuerdo a los registros en 8 de los observatorios de Aenemet. Los registros más altos, se tomaron en los primeros cuatro días del mes de febrero y entre los días 21 y 25.

En relación a las precipitaciones, el mes de febrero fue extremadamente seco. La precipitación media sobre España fue de 9 mm. De acuerdo a los datos registrados en 72% de los observatorios principales de Aemet, la precipitación acumulada en febrero 2020 fue inferior a 5 mm.

Es así como se destaca que estos valores son muy inferiores al valor normal del mes de 53 mm, medido en el periodo 1981-2010. De acuerdo a la información disponible, este febrero 2020, es el más seco desde 1965. Seguido de los años 1997, 2000 y 1990, años en que se registraron precipitaciones en febrero, inferiores a 15 mm.

Por otra parte, en Europa el mes de abril 2020, fue el más cálido jamás registrado. Así lo demuestran los datos recién publicados por el Servicio para el Cambio Climático de la red de observación terrestre europea Copernicus. Los registros indican que abri fue 0,01°C más caluroso que las temperaturas registradas en 2016, en ese mismo mes.

Según el informe Copernicus, Europa se viene calentando a un ritmo muy superior al resto del mundo. Asimismo indica que el aumento de temperatura para Europa es de 0,9º C mayor que en el resto del globo. Además, señala que Europa se ha calentado más rápido que cualquier otro continente en las últimas décadas.

España y el calentamiento

Debido a su situación geográfica, España es muy vulnerable al cambio climático. Es así como se ve afectada por la disminución de los recursos hídricos. De igual manera se ha producido una regresión de la costa, así como pérdidas de la biodiversidad biológica y ecosistemas naturales.

De igual manera las características socioeconómicas, como consecuencia del crecimiento de la población y el desarrollo económico han generado un aumento de la demanda de energía. Esto lógicamente se ve reflejado en un aumento de emisiones de GEI. Todo indica que se está muy lejos de lograr las metas del Acuerdo de Paris.

De acuerdo a las proyecciones, el calentamiento para finales de siglo será entre 3°C y 4°C. De igual manera, los estudios realizados indican que de no reducir las emisiones de GEI, en el corto plazo se tendrán altas temperaturas. Entre enero y agosto, de 2019 España registró una disminución de la precipitación del 23% que la media.

La relación de la sequía con las altas temperaturas es directa. A mayor temperatura, más evaporación, lo que retira agua de la superficie. Las precipitaciones, al ser más erráticas, son a su vez más difíciles de aprovechar y más dañinas La sequía, los incendios y la deforestación, traen la desertización. Es así que desde 1990, las áreas con clima semiárido han crecido en un 6%.