Es sabido que el sector transporte produce el 30% de las emisiones de CO2. Caso contrario a los otros sectores energía, industria, agricultura y hogar, las emisiones de CO2 ocasionadas por el transporte van incrementando. Así lo determinó la Agencia Europea del medio Ambiente.
Ahora bien, cada medio de transporte tiene un impacto diferente, en la relación CO2/pasajero/km. En este sentido, la AEMA, desarrolló una metodología para medir este impacto y de acuerdo a ella, el medio de transporte más contaminante es el avión civil. El cual emite valores de 285 gr de CO2/pasajero/km.
Mientras que los camiones emiten 158 gr CO2/pasajero/km y los coches 104 gr CO2/pasajero/km, las motos, emiten 72gr CO2/pasajero/km. Por otra parte, los autobuses emiten 68 gr CO2/pasajero/km y los trenes 14 gr CO2/pasajero/km.
Las emisiones de CO2 varían en función al medio de transporte
Las emisiones de CO2 también varían en función al medio de transporte. De acuerdo a esto, el segmento del transporte por carretera, es responsable del 72% del total de emisiones del sector. Mientras que Aviación civil, Navegación y Trenes, son responsables del 28%.
En el mismo contexto, se tiene que los coches particulares lideran el sector transporte con el 43,78% de las emisiones de CO2. Seguidamente están los camiones y autobuses con el 18.86%, después la aviación civil con el 13,4% y Navegación con el 13,6%. Por ultimo las furgonetas con el 8,57%, motocicletas y trenes con el 0,86% y el 0,5% respectivamente.
Estos valores encuentran justificación en el uso que se da a los diferentes medios de transporte. Así por ejemplo, en España circulan más de 30 millones de vehículos entre coches y furgonetas. De igual manera circulan alrededor de 700.000 camiones y autobuses.
Es un hecho cierto, que un atasco vehicular en ciudades como Madrid, reúne un millón de coches. Estos atascos, constituyen un mayor tiempo de motores funcionando y emitiendo CO2 al ambiente. Estas misiones procedentes de los escapes de estos vehículos contienen monóxido de carbono, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno, en grandes cantidades
Diesel, gasolina, GNC, GLP y eléctricos
En este sector se encuentran motores diésel, gasolina, de gas (GNC y GLP) y eléctricos. Estos producen CO2, óxidos de nitrógeno (NOx) y micro partículas, cada uno con un efecto diferente. También, se tiene que cada tipo de motor produce estos gases y micro partículas en cantidades diferentes, en función a la forma de combustión.
Es así, como el Dióxido de Carbono (CO2), se produce en cualquier proceso de combustión. Y los Óxidos de Nitrógeno (NOx), se producen en combustión a altas temperaturas. También emiten las Micro partículas, producto de combustible no quemado.
Por otra parte, los motores a chispa como gasolina, no producen NOx, mientras que los motores GNC y GLP, no producen CO2, ni emiten Micro partículas.
Asimismo, los vehículos de motor diésel producen menos CO2 que los de gasolina. Sin embargo, estos motores causan cuatro veces más contaminación atmosférica, ya que producen niveles muy superiores de dióxido de nitrógeno (NO2) y partículas en suspensión. Dos de los principales contaminantes del aire.
De igual manera, la combustión de los motores no es el único tipo de la contaminación del aire provocada por los vehículos. Estudios han demostrado que también el desgaste de los frenos, el embrague y neumáticos, producen Micro partículas.
Se ha estimado que el desgaste de estos componentes, producen entre un 15% y un 25% de las partículas en suspensión atribuibles al tráfico de vehículos.
La tecnología ha permitido reducir las emisiones de CO2
Es una gran verdad que el avance tecnológico en el diseño de los motores ha reducido en gran proporción las emisiones contaminantes. Sin embrago, también es cierto que se ha llegado a valores que ya son difíciles de superar. Por otro lado, se tiene que los niveles logrados por la tecnología, son opacados por el incremento en las ventas de vehículos.
Aunado a esto, se tiene que en la contaminación generada por los coches no puede considerarse sólo las que emite durante su uso. También son consideradas las que se generan en las industrias dedicadas a la producción y eliminación de vehículos.
De manera contradictoria la producción y desecho de un automóvil eléctrico produce más emisiones, que las que se producen con un automóvil con motor de combustión interna.
Además de esto, el nivel de emisiones de los vehículos eléctricos varía según la producción de electricidad. Sin embargo, es una realidad que los coches eléctricos son más limpios que los que funcionan con gasolina. Por lo tanto, en la medida que la electricidad sea producida por fuentes renovables, los coches eléctricos serán menos dañinos.
Cómo enfrentar la contaminación generada por los vehículos
Es cierto que la implementación de la movilidad eléctrica tendrá una gran influencia en la reducción de la contaminación. Sin embargo, esta movilidad no será 100% limpia, mientras las fuentes de energía no provengan de materias renovables. La energía eléctrica actual, en un alto porcentaje, proviene de plantas con altos niveles de contaminación.
Sin embargo, el problema de la descarbonización, no tiene una única solución. Cada día hay más alternativas, nuevas tecnologías. Inclusive se mencionan alternativas no tecnológicas, que pasan por la legislación y el planeamiento urbano. Medidas como transporte publico eficiente, rápido y económico, son necesarias, para reducir la contaminación.
Ciudades como Londres, desde 2008 han tomado medidas para reducir el tráfico en el casco central de la ciudad. Otras ciudades han tomado medidas más radicales. Por ejemplo, Oslo prohibió la circulación de coches a partir de 2019. También, Madrid se sumará a la eliminación de coches por el centro de la ciudad a partir de 2020.
Hamburgo, creará una red verde, de espacios libres de automóviles. También Copenhague planifica para 2025 una autopista para bicicletas. Paris en 2020, limitará sus calles solo a los coches eléctricos. También, al igual que Londres prohibirán vehículos diésel a partir de 2020.